Sobre Santiago de Chile… exactamente 10 años después

El 3 de marzo de 2008 aterricé en Santiago de Chile, por primera vez. No sabía que me iba a quedar cuatro años y tampoco que me iba a enamorar, a engordar, enflacar, a aprender a beber moderadamente; ni tampoco a descubrir que los Mexicanos somos muy queridos y que mi acento en español era más fuerte de lo que pensaba.

Diez años… ¡conchesumadre!

Tengo vívidos tantos recuerdos de Chile, empezando por mis amigos: el inge de Temuco y el Isra de Valpo, que durante año y medio fuimos inseparables mientras la maestría sucedía. Fue cuando me di cuenta de que yo soy, digamos, distinta (por no decir maleducada) y que no tengo filtro y puedo ser franca y cruda.

Descubrí lo anterior porque nadie quería juntarse conmigo… por eso mis amigos, aquellos que siempre me aceptaron tal cual soy y que estaban en México, se convirtieron en mi objeto de nostalgia y me la pasaba extrañándoles. Y, también por ello, mis amigos que hice en Chile son tan entrañables. Finalmente fue un «ganar, ganar».

A estos amigos se unió la Viqui Saldivar, mitad chilena, mitad griega y con quien comparto la dicha de haber conocido a Nicanor Parra en persona. Ella me recuerda que aquel momento fue real, y que para siempre lo guardaremos en nuestros corazones. También se unió la otra Viqui, pero la Llera; y la Viqui, pero Llorente. Hartas Viquis en Sudamérica (pues una de ellas es Argentina).

Ya con 6 años en México, y habiendo regresado definitivamente en marzo de 2012, mi amigo Rafa me ha pedido que le recomiende lugares para visitar en Santiago. Hace tanto tiempo que no pienso en esa bella ciudad que es un honor hacer memoria de tan importante etapa de mi vida.

Y es que sin ese viaje a Chile, nada de la magia que he descubierto en mi camino habría sucedido… por eso espero volver pronto; deseo que la Viqui Llera se case pronto y que me invite para ir todavía con más gusto; acompañar al Lucho, Jackie y a la Violeta un abril de estos a la vendimia, antes de que el cuerpo se haga viejo y le de flojera salir.

Rafa, si yo pudiera ir a Santiago de Chile en marzo, recorrería esta lista de lugares:

• El cerro de Santa Lucía y la feria de «artesanías»
• La Vega Central (la sopa de mariscos es muy rica… y eso que yo no como tantos mariscos, pero en Chile -y en Uruguay- es donde más rico he comido PECES.
• Mercado Central
• Plaza de Armas
• Parque Forestal
• La cantina “La Piojera” (pregunta qué poetas y escritores la hicieron tan famosa y no dejes de beber el famoso Terremoto… pero ojo, que es pesado)
• El barrio “El Golf”
• El barrio Italia
• La Escuela Militar
• El cerro de Manquehue (por la avenida Vespucio, puedes correr hasta subirlo y es un parque muy bonito)
• La Moneda
• Barrio República
• Orrego Luco
• La escena cultural de Quinta Normal
• Lastarria
• Providencia
• Las casas de Ñuñoa
• Bellavista
• Parque Bustamante (los helados jamás los olvidarás)
• Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (un verdadero recuento de la Dictadura)
• Centro Cultural Gabriela Mistral
• Las Casas de Pablo Neruda en Santiago, Isla Negra y Valparaíso

En los lugares aledaños:

• Pues Isla Negra y Valparaíso… puedes ir un día.
• Viñedo Concha y Toro, Bodaga Undurraga o Santa Rita.
• Valle del Maipo.
• Si te da… tomaría un avión a Valdivia.

Uh…

Querido amigo,  manda selfies… en mis tiempos eso no existía, pero será bello mirarte en Chile. Dile a todos que les mando un saludo acorazonado.

¿Qué lugares de Santiago conocen y le recomendarían a una persona que viajará para allá por vez primera? Por favor, compartan en los comentarios.

Gracias por leer…

“Apostasía. El silencio de Dios” estrena su primera temporada en el Foro Shakespeare

• Una pieza que invita a reflexionar en torno a las pérdidas y a la responsabilidad sobre nuestros actos y decisiones.
• Esta producción del grupo independiente Lost Noctámbulos se estrenará en el Espacio Urgente 1 del Foro Shakespeare el próximo 1 de septiembre.

¿Qué pasaría si una decisión tuya determinara la vida o la muerte de alguien más? ¿Qué tanto podrías vivir con el peso de esa responsabilidad? Disciplinas como la Tanatología, terapias de Resiliencia y grupos de ayuda para lidiar con los procesos de duelo, reflexionan en torno a este tema del que los mexicanos nos burlamos por cultura: la muerte; sin embargo, los debates sobre muerte digna aún se consideran como tabú.

Me niego a sentirme condenada por ser mujer

Los que me conocen saben que no soy una «feminazi» y tampoco me gusta catalogar a la gente por lo que cree que es correcto o no. Desde que me di cuenta que estoy envejeciendo, he tratado de ser cada vez más y más respetuosa de mis pares con la única meta de ser feliz. Creo que la compasión es lo que nos falta reencontrar en nosotros mismos para mejorar como sociedad.

Y es que esta semana sucedieron un par de cosas a dos mujeres que amo y, por más que he querido evitarlo, pienso cómo se ha retorcido la perspectiva de la sociedad, las personas y las instituciones, respecto a la violencia. Sí, a la violencia así, a secas. No sólo contra las mujeres, pero en especial contra las mujeres.

Así las cosas:

• Caso 1: la mujer se comporta buena onda y comparte su calidad humana ante un “amigo” que, potencialmente, podría ser o no una pareja luego de haber compartido con él algunos meses juntos. Cuando él tiene que partir a un viaje, ella le envía un mensaje cariñoso del tipo “ojalá vuelvas pronto, fue bonito compartir contigo” y éste responde al gesto con un mensaje lleno de… ¿Miedo?, ¿dolor? Y sin motivo alguno, dispara: “Espero que consiga una pareja que se la coja con las mismas ganas y la quiera tanto como intenté quererla esos días. 😉”

Sí, con ese pinche emoji que guiña el ojo.

• Caso 2: la mujer se comporta buena onda y comparte su calidad humana ante un hombre que resulta ser su jefe y luego de un tiempo trabajando juntos, éste decide decirle que le gusta mucho y que la quiere besar. Y el sujeto intenta besarla.
  • Pero yo no quiero – dice ella;
  • Pues ¿qué, te doy asco? – dice él
  • No, tampoco.
  • ¿Y entonces, por qué no? Yo pensé que podía haber algo entre nosotros, por tu forma de ser.

¿Tu forma de ser? Ah, chinga… Carajo, pues ya te dijo que no quiere ¡y ya! ¡chale!

Y para finalizar con la nota más aguda, el tipo en cuestión le dice que él pensaba que sí, que porque ella «es buena onda y le mandaba señales, porque sonreía con sus bromas, que porque sus miradas eran coquetas y porque siempre lo trata bien”.

Qué triste fundamento. En serio. Vacío por todos lados.

Obviamente me sentí violentada por ambas historias porque ambas son mis pares, gente querida, mujeres fuertes e independientes.

En ambos casos, las afectadas se sintieron culpables de ser quienes son: amables y con calidad humana. Se condenaron a sí mismas de haber dado “señales equivocadas”, se criticaron por exponerse “sin saber ni cómo”, porque siempre es la culpa de una. “Claro, es que no te das a respetar”, decían en su tiempo cierto tipo de personas que, aparentemente, dejaron su legado bien firme en mucha gente de esta generación.

Ellas se condenaron a sí mismas por cometer el crimen de “empoderar” a sus interlocutores (de acuerdo al entendimiento pobre y miserable de sus interlocutores) otorgándoles el derecho de tratarlas así. Se sintieron culpables y eso tiene que parar.

Las palabras cuentan, por algo tienen significado.

Me encontré con el artículo de El País donde se habla de los “cabos sueltos” en el caso del asesinato de Lesvy, la chica mexicana que la PGJDF jura que se suicidó con la cuerda de un teléfono público venciendo toda ley de la naturaleza y la física pues su cuerpo, al ser encontrado en la caseta telefónica, no tenía el cuello amarrado al cordón telefónico. No mamen ¿cómo duermen esas personas que se supone que trabajan por nuestra seguridad? No pinches mamen.

Pero, según las autoridades, ella se mató y el novio no le hizo nada más que no evitar el suicidio. Pese a los videos. Pese a que su cuello está destrozado del lado izquierdo. Pese a que él pateó a su perro cuando se fue, dejando a Lesvy en su lecho de muerte. Pienso que, seguramente, los policías que investigaron con toda su integridad, capacidad, preparación e inteligencia y pese a las hemorragias internas y los golpes dijeron: ¡a huevo! Se mató, mire, se ve clarito.

Y en Twitter la destazaron: le gustaba tomar, le gustaba el drama, no era buena estudiante… No solamente la mamá ha salido a defenderla con todo desde que perdió a su hija negando estas acusaciones, pero, y aunque fueran verdad… ¿ya por eso su vida vale menos y está bien si la mataron? ¿Dónde quedó la compasión?

¿Dónde?

Si usted hace una simple búsqueda en Google sobre casos de feminicidio en el mundo, tristemente verá que en la mayoría culpan a las chicas por las ropas que usaba, por haber consumido drogas o bebido alcohol, por estar de noche en lugares donde una mujer no debe (lo que sea que eso signifique), o ¡peor! Se puede leer la opinión de féminas que se alegran de la desgracia ajena compartiendo sus ideas a través de las redes sociales -cobardes perfiles del «social media», inútiles y llenos de vacío muchas veces, maliciosos, tóxicos e infames- tales como que se lo merecía por andar de “infiel” o salir sin “su marido”.

Justificar la violencia está mal. Está mal y tiene que parar.

Estas dos mujeres de las que hablo no tienen la culpa de haber sido violentadas. No tiene nada de malo ser bondadoso y abrir tu corazón y tu hogar a otro. Está mal que sigamos pensando que es culpa de nosotras porque «lo permitimos». Es difícil y es un límite muy delicado este del que estoy tratando de hablar desde mi propia experiencia de vida, como mujer, pero no se vale que siempre sea nuestra culpa y que aquel que ataca y que es el maleducado, ignorante y pobre de espíritu, nunca se le haga saber su error.

Basta de culparnos a nosotras mismas cuando somos acosadas, violentadas, vejadas, mutiladas, humilladas o golpeadas en cualquier nivel. Aquí ya no cabe el «no es para tanto», si el padrastro se metió en la cama de su hijastra para arrimarle su pene, es acoso y no es menos grave que una violación y también tiene consecuencias psicológicas y físicas; si el compañero de trabajo entra a tu oficina sin permiso para insistir que lo vuelves loco aun cuando ya le dijiste que te deje en paz, es acoso y no es menos grave que una violación; si un tipo por la calle se detiene para tocarte sin tu permiso es acoso y todas esas expresiones machistas deben desaparecer ya.

Esto tiene que parar. Conozco bien el sentimiento y es horrible. Es horrible que el esfuerzo por tener una apariencia sana, hacer ejercicio y salir a la calle vistiendo ropas que nos gustan represente un motivo para que otro piense que ya por eso puede tratarnos como le plazca. Porque la ropa o el tatuaje o el piercing lo llama y así le enseñaron los medios, y el internet, y en su casa… porque “ella se lo buscó”.

Pues no. No olvide la marcha de las putas canadienses… la perspectiva debe mejorar y yo creo que es posible ¡por favor!

@esleslieaguirre.

Querido Metro del DF…

‘Undisclosed Desires’ o el Muse sin guitarra ni piano

RADIOLARIA

¿Una canción de Muse sin guitarra ni piano? Sí.

Con «Undisclosed Desires» la tercia de Devon que lidera Matt Bellamy se salió de la caja, navegó con rumbo a extraños océanos sonoros y hasta se atrevió a lanzar un sencillo muy lejano a las típicas excentricidades que, curiosamente, los tentaron en la etapa de Resistance.

Bien lo aclaró Bellamy a la revista Q: «Sin mi voz suena a Timbaland, pero en realidad es una canción muy personal sobre mi novia y sobre mí. Supongo que al final todo mundo se hartó de todas esas cuestiones geopolíticas planteadas en el álbum».

Aun ajena a la intensidad y a los acordes huracanados con los que Muse acostumbra levantar a todos en un concierto multitudinario, esta pieza no desmerece y, dicho sea de paso, cautiva con gran eficacia… a su modo. No por nada, a falta de guitarra en los shows durante…

Ver la entrada original 93 palabras más

Todo por Una Manzana

Voy a reseñar este libro para la revista corporativa donde trabajo. Os recomiendo su lectura: para periodistas, buena manera de descubrir herramientas de reporteo, para los lectores no periodistas una maravilla descubrir historias nuevas.

wilbert torre

Autor: Wilbert Torre.

Ocho artistas mexicanos que se comieron Nueva York

Perfiles:

Enrique Norten-arquitecto
Magos Herrera-compositora e interprete de jazz
Víctor Rodríguez-pintor fotorrealista
Bianca Marroquín-actriz
Alondra de la Parra-conductora de orquesta
Eugenio Derbez-actor y director de teatro
José Limón-bailarín
Antonío Sánchez-baterista

Editorial Jus, noviembre de 2010

A la venta en  Donceles 66, en el centro histórico de ciudad de México (sede de Editorial Jus) y en Gandhi, librerías de Cristal, Porrúa, Educal, librerías de la UNAM, Palacio de Bellas Artes, Palacio de Minería, Conejo Blanco y Péndulo.

 Críticas y opiniones sobre Todo por una manzana:

Guillermo Osorno, editor de Gatopardo:

En estos perfiles podemos ver pasajes y un arco de tiempo tan extenso que hace que el libro adquiera una calidad  narrativa muy cercana a la novela.

Antonio Ramos, autor de El Cantante de Muertos (Almadía):

Este libro nos habla del genio de 8 artistas  en Nueva York y lo mejor de todo…

Ver la entrada original 1.036 palabras más

Plúmbago de gira

(Foto de Enrique Chimal en la función del Poliforum Cultural Venustiano Carranza)

Nuestro Grupo de Teatro Plúmbago inició el pasado mes de junio una serie de presentaciones de la obra de Berta Hiriart, «Adiós Querido Cuco», en dos foros de la delegación Venustiano Carranza y dos reclusorios del Sistema Penitenciario del Distrito Federal.

El objetivo, como ya hemos dicho, es acercar el teatro a donde no es tan fácil simplemente ir y comprar un boleto para un estreno. Muchos niños ni siquiera conocen lo que es el teatro en nuestro país porque más de 50 millones de sus habitantes son considerados pobres… obviamente el entretenimiento pasa al final de las necesidades prioritarias a cubrir.

Pero creo que el arte es necesario para el desarrollo íntegro de cualquier sociedad.

Sin duda, las mejores presentaciones fueron en el Poliforum Cultural de la Delegación Venustiano Carranza, y en el reclusorio Oriente, donde no sólo tuvimos una enorme atención por parte de los organizadores, sino que además el público agradeció maravillosamente nuestro esfuerzo.

Así él hace teatro

 

 

Me gusta ver cuando un proyecto se hace realidad. La sensación es inigualable. Así sucedió este fin de semana en el teatro Carlos Pellicer de la delegación Xochimilco.

Un día, mientras conversaba con mi amigo Giovanni Jiménez (a quien conocí en la Prepa 3 hace unos cuantos ayeres) me envió el guión de una obra de teatro escrita por él. «Ojos en la Oscuridad», decía el documento que recibí, con la petición de hacer comentarios sobre la misma.

Aquello sucedió en febrero de 2014. El 14 de junio, Giovanni y sus alumnos del taller de teatro (el cual imparte en el mismo recinto de Xochimilco), estrenaron la obra escrita y dirigida por él, con los personajes que creó para cada uno, en el escenario del Carlos Pellicer.

Fue un público complicado, de esos que a los que vamos interesados nos dan ganas de solicitarles muy atentamente que nunca, nunca se reproduzcan… pero pese a esa hostilidad, el grupo nunca perdió el control en el escenario. Lo más difícil, creo, no fue sólo que esa parte de los asistentes eran adolescentes que irrumpían cuando les parecía divertido…  sino que la obra es de terror.

Hay que saber transmitir terror en el teatro. Hay que creer que hay algo terrorífico para lograrlo.

Si bien en algunas partes de la obra el audio no fue el mejor cómplice, las escenas más duras, donde verdaderamente vi fantasmas, eran muy perturbantes. 

«¿Ya ven? ¡Para qué se meten a la casa!», murmuró un niñito sentado en la fila de atrás, pues la obra gira en torno a una casa que tiene una maldición. Lo dijo cuando aparece una de las ánimas malditas… ¡espantosa!

Esto apenas comienza: pueden asistir al teatro Carlos Pellicer de Xochimilco uno de los sábados en los que se presentarán. Es a las 19:30 horas y la última función es el sábado 5 de julio. 

Al salir del teatro, fue muy gratificante ver la emoción que sólo da el triunfo en el escenario en los rostros de todos los alumnos de Giovanni. Fuimos testigos de varios logros: cómo un pedazo de papel en blanco se convierte en una puesta en escena y cómo la comunión de un grupo puede hacer magia cuando se sabe escuchar.

Mucha mierda, don Giovanni. ¡Felicidades a usted y a sus pequeños!

 

El Teatro sin nombre (#demientras), ya empezó a volar

En noviembre de 2013 nacimos. Bueno, nació nuestro taller de teatro, el cual es impartido por el profesor Arturo Orutra, quien, como todos, es parte fundamental del proyecto. Surgió cuando su servidora entró en una grave depresión ocasionada por una crisis de vocación.

Acotación: Llevaba 10 años trabajando en medios tanto de México como de Chile, y, simplemente, mi trabajo perdió todo sentido cuando las empresas mediáticas comenzaron a recortar talentos, sueldos y caracteres. Simplemente ya no podía sostenerme siendo periodista y no encontraba más fórmulas, sentía que después de mi estancia en Sudamérica (de 4 años) se me habían acabado las ideas… así que…

…En medio de estas emociones, decidí escribirle a Arturo para preguntarle sobre algún taller de teatro que fuera sabatino, pues no contaba con mucho tiempo libre mientras trabajaba en un medio. Y fue entonces que surgió la primera gran idea, desde la creatividad Arturiana: «Junta a la gente, mínimo cinco personas y yo te doy el taller».

Recuerdo ese día como el más emocionante en mucho tiempo. No pensé que nadie se enrolaría o que no resultaría, simplemente quería tanto un taller que busqué a las personas que sentía, quizá, querrían lo mismo: Lola y Pablo. Ambos dijeron que sí. Mi madre decidió inscribir a mi hermana Nidya y, por mi ex compañera de la preparatoria, Rebeca, conocimos a su novio, Raúl.

Así nació la primera edición del taller, cuyas clases son al aire libre.

Luego, ya en el andar de las clases, había que determinar qué obra presentaríamos. Y vino la segunda gran idea, esta vez, de Lola: «deberíamos presentarla a una fundación o escuela, alguien que la disfrute y no sólo a nuestros primos o amigos… qué chafa sería». Y pensé en Fundación Casa Alianza, a quienes les había hecho una nota tiempo atrás.

Y así fue que Raúl llegó con la tercera mejor idea que fue montar la obra de Berta Hiriart, «Adiós, Querido Cuco».

Cuando quedaba una semana para presentarnos, supimos que el foro que nos había prestado la delegación Xochimilco no nos permitiría presentar bien nuestro trabajo (recordemos que somos amateurs), así que luego de 10 minutos de pánico (era viernes, 18:30, a una semana del estreno en domingo), decidí llamar al Foro Cultural Coyoacanense, después de varios intentos en otros foros de la demarcación.

Gerardo Aboytes, su director, respondió el llamado. Los planetas se alinearon: justo a la hora y el día de la presentación, les habían cancelado el espectáculo que estaba agendado, así que mediante un oficio lo solicitamos en la delegación Coyoacán. Y lo logramos. Incluso pudimos contarle a Berta Hiriart lo que estábamos haciendo, porque Aboytes me ayudó a contactarla y se mostró muy contenta.

Así nació nuestro taller de teatro. Esa linda experiencia la compartí en este post un día después de que ocurrió.

Estamos por comenzar una gira con nuestra versión del ¡Adiós, Querido Cuco! de Berta Hiriart por la delegación Venustiano Carranza y el Sistema Penitenciario del DF. Nuestro Teatro sin nombre (#demientras) quiere llevar esta hermosa disciplina a quienes nunca pueden ir y, en el camino, aprender a ser mejores actores, compañeros, personas…

Acá las fechas, por si andan por ahí:

• Domingos 8 y 15: Reclusorios de Santa Marta y Oriente. Estas funciones son sólo para los internos y sus familiares y fue posible gracias al apoyo de Dolores Carpio, quien antes de dejar su puesto de trabajo en el Sistema Penitenciario, nos dejó bien contactados.
• Domingos 22 y 29: Teatro Venustiano Carranza, a las 12:00 horas, entrada libre, así que le pueden caer. Se ubica en Av. Congreso de la Unión, esquina Sidar y Rovirosa, dentro del Deportivo Venustiano Carranza.

En mayo pasado comenzamos la segunda edición de nuestro taller. Esta vez le dimos la bienvenida a Omar y estamos preparando una puesta en escena dedicada a adolescentes.

No sé si es la magia del teatro o que la gente que le entró al proyecto tiene esa pasión guardada en algún lugar de su ser, pero nos ha funcionado bien no sólo a nosotros como miembros del taller, sino también a quienes le compartimos nuestro trabajo.

Y desde este post quiero agradecer eternamente a Lola Segura, Nidya Carrión, Raúl Alemán, Pablo Leal, Omar Mendoza y Arturo Orutra, por construir un sueño y hacerlo realidad.

¡Mucha mierda!

PD. Buscamos nombre… se aceptan sugerencias…

El Triciclo de Ale y sus amigos

Foto tomada del sitio musicworldmx.com

En 2011 publiqué en la hoy extinta revista Milenio Semanal una entrevista que hice a Alejandro Preisser y Pedro Krustovsky (cuyo apellido verdadero no sé si algún día sabré), sobre el proyecto que hace cinco años nació gracias a la influenza y el «toque de queda» del que todos fueron objeto en DF. Sin poder salir de sus casas, Alejandro y César García (sax alto y, además, a quien se le ocurrió la idea de armar todo) se dedicaron a componer balcán.

(Paréntesis) Yo estaba en Chile y me tocó que, por mi acento y el ruido de la noticia que llegó hasta aquel país, me preguntaran cada vez que cuánto tiempo tenía de haber llegado, aun cuando ya habían pasado casi dos años de mi residencia ahí como alumna de la Universidad Católica. El acento chilango seguía intacto y se tenían que asegurar de que no los contagiaría de influenza. Recuerdo a un taxista que me dijo al subir «¿es usted mexicana? ¿y la dejaron pasar en el aeropuerto?»… chale. Hasta me entrevistaron en Publimetro Chile por el trato discriminatorio que recibí jaja.

Luego, ya con menos riesgo de morir contagiados, se fueron a tocar a las calles de Madero y Motolinia, en el centro histórico de la Ciudad de México. Una de las primeras canciones de Triciclo se llama Influenza, precisamente en honor a aquella epidemia que, por lo que vi en las noticias sudamericanas, tenía a todos en sicosis. Aquí la grabación de esa rola en Youtube.

Lo demás ha sido reseñado por cientos de publicaciones, incluso extranjeras. El Triciclo Circus Band pasó de las calles a los escenarios y se ha presentado en festivales como el Vive Latino y el del Centro Histórico, este último con 50 mil personas en la plancha del Zócalo en marzo pasado… ya se fueron a Brasil y de gira por varios estados de la república…

…Y el Triciclo sigue pedaleando.

Alejandro es de mis amigos más añejos y fue gracias a él que descubrí que yo podía cantar. Supe lo que es sanar el alma con la música y aprendí de bandas, géneros y cantantes, me atreví a escribir canciones y a escuchar melodías con un oído más «refinado». Además, los momentos más simpáticos de mi adolescencia los recuerdo en el kiosko de la Moctezuma, donde pasamos horas aprendiendo sus composiciones que, en ese entonces, estaban hechas para Polyethyleno, su primera banda.

Hace cinco años que se embarcó en este proyecto que todos sus fans corean como Triciclo Circus Band y cada vez que hace algo nuevo, como presentar el segundo disco de la banda este 5 de julio de 2014 en el Plaza Condesa a las 20:00 horas (juro que no es comercial… guiño, guiño…), me siento en una nube mezclada de orgullo y alegría. Cuando lo veo, yo veo al amigo que conocí en el kiosko tocando su guitarra, estudiando una carrera que no era para él y que, sin embargo, ponía todo el esfuerzo para hacerlo bien, un amigo que ya tenía un talento para componer, sacar rolas de oído y conmovernos. Yo veo a un Ale que siempre será mi amigo, famoso o no, con banda o no.

Y verlo crecer en la música es un motivo que me gusta compartir con todos. Sé que él piensa que no es para tanto, pero para mí lo es. (Otro paréntesis) Ale: yo creo que la música siempre estuvo en tu alma y ese círculo de sol que te enseñó tu papá cuando niño pudo haber significado nada, o mucho, pero estoy segura de que fue el momento en el que supiste que podías aprender más. Y lo hiciste. Y lo haces. Y vives de ello y tú y el Triciclo hacen felices a muchos. Es, para mí, un motivo que me hace no perder la fe en la humanidad… (leer en tono de drama).

Cuando voy a alguna presentación del Triciclo, me impacto cuando miles de personas corean sus canciones. Siempre me pregunto qué se sentirá. ¿Qué sentirán los Triciclos cuando son testigos de cuánta gente es feliz con ellos? Desde este humilde post, les deseo muchos años de alegrías compartidas, canciones y bailes al ritmo mundial de su preferencia. A todos los triciclos: Luis, Agus, Oscar, Pancho, Eric, César, Gladys, Pedro y Ale: hartas felicidades.